La nefropatía diabética es una complicación grave de la diabetes tipo 1 y 2 que afecta la capacidad de los riñones de hacer su trabajo habitual de eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo. Con los años, la afección daña lentamente el delicado sistema de filtración de los riñones y puede evolucionar en insuficiencia renal, a la que también se la llama enfermedad renal en etapa terminal.
Tengo experiencia en el tratamiento de la nefropatía diabética y ofrezco atención médica para pacientes con esta condición.
¿Cuáles son sus síntomas?
En las etapas iniciales la nefropatía no presenta síntomas, sin embargo en etapas un poco más avanzadas pueden presentar los siguientes síntomas:
- Empeoramiento del control de la presión arterial
- Proteína en la orina
- Hinchazón de pies, tobillos, manos u ojos
- Aumento de la necesidad de orinar
- Menor necesidad de insulina o medicamentos para la diabetes
- Falta de aire
- Pérdida de apetito
- Náuseas y vómitos
- Picazón constante
- Fatiga
¿Cómo se puede diagnósticar?
La nefropatía diabética se suele diagnosticar durante pruebas de rutina que forman parte del control de la diabetes. Si tienes diabetes tipo 1, se recomienda que te hagas exámenes de detección de nefropatía diabética a partir del quinto año posterior a recibir el diagnóstico. Si te diagnostican diabetes tipo 2, los exámenes de detección comenzarán desde que recibas el diagnóstico.
El primer paso para tratar la nefropatía es controlar la diabetes y la presión alta con alimentación, cambios en el estilo de vida, ejercicio y medicamentos. Con un buen control de la glucosa en la sangre y de la hipertensión, se puede prevenir o retrasar la disfunción renal y otras complicaciones
Si la enfermedad avanza se puede tratar con una diálisis o un trasplante.
